Te fuiste por las ramas
Hace días estaba sentada en mi escritorio pensando en usted. Pensando en las ironías de la vida. Esas experiencias que usted me hizo vivir y que aún buscan su comprención de la cosa. Esta expresión vino a mi encuentro, así tan fácil, ella sola caminó hacia mi y se reprodujo como una epifanía: tanto que amaste mis raices y me dejaste por mis ramas......! La frase se hizo acompañar del correspondiente suspiro y tras plasmarla en papel aún sigo sin entender la cosa, así como le llamo.
Pido perdón a mis lectores ya que les estoy repitiendo. Pero les pido permiso para ello, ya que esta frase tiene una vigencia agotadora. Tanto que amaste mis raíces y me dejaste por mis ramas. Caray!
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