Hojas...

Y fui hoja de otoño,
y te parí mil inviernos,
rodé por tus piernas como llovizna perdida...
...destilaron por mis venas mil marrones oscuros
y me golpeaste con viento
y me atacaste con frio...

...y poco te importó que se extraviaran mis primaveras
ni que mis lágrimas calientes erosionaran mis mejillas.
Esparciste sobre mí tus cuidos en forma de insultos
y hoy son tristezas adultas,
se bastan a ellas mismas y me arruinan por momentos.

Presumiste que te amo y olvidaste devolverme el sentimiento,
y por eso me volvi hoja de otoño.
Me resequé sobre tu espalda
y en tu pecho sigue habitando el misterio de mi amor por ti,
y me sigo figurando tu sonrisa,
veo el rictus de tu boca y adivino
tu sino...

...uno donde no figuro más,
donde nada vale más esfuerzo, como el que costó nuestros sueños.
Me volví hoja de otoño en tus manos
y me quebraste al cerrar tu puño,
hiciste añicos mis proyectos
y divagué por tus vientos
y me congelaste el hielo,

He seguido siendo hoja de otoño desde
inicios de primavera.
Los abriles vanidosos se me rien en la cara
...ya no importa que me golpees con tu frio
ni que me ataques con tu viento
seguiré siendo hoja de otoño por mil primaveras más...


© Derechos de Autor Gnosis Rivera.-

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