Evasión
Disimular. Pretender. Hacer de cuenta que no ocurres, alrededor, afuera
y dentro de todo. ¿De qué sirve disimular sentimientos frente al resto,
si dentro tuyo están haciendo un gran escándalo?. Escapar de ti misma
puede ser tan difícil como tratar de encontrarte. Así que no te queda
de otra que asumirte, de todas y por una vez!. Puedes intentar
postergar ese encuentro, pero, si eres mínimamente astuta, sabes que
solo estas retrasando lo inevitable. Miras a tu entorno y ves
a las parejas, a la gente, envuelta en vestidos de fiesta, con
sonrisas, algunos delatan aburrimiento y apatía, otros están escarchados
de amor y se dan besos cortitos, aprovechando la mirada distraída del
resto. La música de fondo hace lo suyo, y genera ese ambiente bipolar
entre nostalgia y alegría y cada quien se apropia del extremo que le
place. Te das cuenta que se te acabaron los temas, esos que usas para
eludir tus pensamientos y realizas la idea de que no tienes más opción
que conversar contigo misma. Algunos conversan con sus teléfonos
inteligentes, el tuyo no enciende, así la evasión se hace tan inútil que
te rindes y la charla inicia. Hay ruido y todo empieza a complicarse.
¿A quién le disimulas?...¿a un puñado de desconocidos distraídos de su
propio acontecer?, en todo caso, de qué te sirve el disimulo si te sabes
de pe a pa. Si conoces el nombre y el apellido de tu disimulo.
Disimular, en esta cultura dormida, anestesiada de apariencias.
Decides irte y asumirte. Abortas la misión. No tiene más sentido evadirte de ti misma. No la tiene.
©Derechos de Autor Gnosis Rivera.-
Decides irte y asumirte. Abortas la misión. No tiene más sentido evadirte de ti misma. No la tiene.
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