Over
De repente empezó a eructar mariposas; la sensación le conmovió y
lloraba alas rotas de mariposas. Le ardía el vientre y cientos de
mariposas empezaron a salir por su vagina, y cuando quiso sentarse a
asimilar lo que le ocurría, más mariposas salían de su trasero. Todo lo
que había soñado, imaginado, amado y querido, se estaba escapando por
cada parte de su cuerpo en miles mariposas. Así siguió hasta el día
siguiente y se durmió llorando alas. Cuando despertó, algo se movía
dentro de su boca. Eran orugas.
© Derechos de autor Gnosis Rivera
Comentarios
Publicar un comentario