Fibromialgia

Cuando fui diagnosticada de fibromialgia apenas había escuchado el término. El médico dijo: «busca en la Internet; es la enfermedad del alma» . Yo no entendí del todo, aunque sí tenía idea de a qué iba con eso del alma. No solo me serví de la red, también indagué entre contactos y conocidos para saber si alguno de ellos sabía de la enfermedad y cómo les había ido o les iba, en caso de que aún la padecieran. De los tres facultativos con calidades para diagnosticar y confirmar la dolencia, dos de ellos me dijeron sí. Yo igual me negué, pero no como quien pasa por una etapa de rebeldía, sencillamente algo me decía que había más. No obstante, como si no tuviera mejor cosa en qué ocupar mi tiempo, invertí muchos silencios meditando mi relación con el dolor desde que tengo memoria. La fibromialgia no es más que dolor y más dolor, en músculos, tendones y ligamentos. Quien la padece tiende a sentirlo ante estímulos que no necesariamente deben doler. Antes de llegar a los...