Sensación

Luego de minutos que imitaban eternidad, el posó sus manos en su cintura y ella sintó una corriente que caminó por su espina dorsal y terminó en el meñique de su pié izquierdo. Un hondo suspiro se escapó irreverente de sus labios. Tortura deliciosa que culminó cuando él abordó su boca y la tomó. Iba por todo, ya se lo había prometido con mirada tendenciosa. Cuando los labios se separaron solo quedó espacio para un quieto y suave te amo......
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